El error histórico de Pedro Sánchez sobre el Rey y Manuel Azaña.
El Rincón de Góngora
El Rey
Pedro Sánchez NO se ENTERA piensa como GóngoraNs...
El domingo, el
presidente del Gobierno afirmó que España honraba «tarde» y a «deshora» al
republicano. Sin embargo, hace más de tres décadas Juan Carlos I se reunió con
la viuda del expresidente y ambos se fundieron en un abrazo fraternal
Utilizar el pasado como
arma arrojadiza es muy peligroso. No se puede hablar de oídas (algo tristemente
habitual en la sociedad de la rapidez y de la fibra óptica en la que nos
zambullimos a diario). Tampoco haber estudiado a medias un suceso. Por el contrario,
hay que estar muy seguro de los hechos para enarbolar la bandera de la historia
y atreverse a lanzar acusaciones como las que salieron de la boca de Pedro
Sánchez el pasado domingo durante su visita a las tumbas de Manuel Azaña y
Antonio Machado en Francia.
En la misma, el
presidente del Gobierno incidió en que el suyo era un homenaje que tenía que
haber llegado hace décadas, pero que se había evitado. «Es tarde, muy tarde.
España tendría que haberles pedido perdón mucho antes por la infamia». Un error
garrafal, pues ya en 1978 el entonces joven rey Juan Carlos I y doña Sofía se
reunieron con la viuda de Azaña en México para honrar la memoria de su marido.
De hecho, y como permite saber un vistazo a los
periódicos de la época, aquel 20 de noviembre de 1978 Dolores Rivas Cherif, la
octogenaria viuda del expresidente de la República, se fundió en un abrazo con
Juan Carlos I para, a continuación, agradecerle su trabajo por el porvenir de
España. «Cuánto le hubiera gustado a don Manuel Azaña vivir este día, porque él
quería la reconciliación de todos los españoles», señaló la anciana. El monarca
correspondió con emoción: «Lo sé, señora, lo sé, he leído sus obras, y lo sé».
El que no parecía
saberlo el domingo era Pedro Sánchez. Por suerte, esta misma mañana Carlos
Herrera se lo ha recordado a primera hora en Herrera en Cope. Y no solo eso,
sino que el periodista también ha traído a colación las palabras que el
expresidente de la República tuvo para los independentistas: «Yo no he sido
nunca lo que llaman españolista ni patriotero. Pero ante estas cosas me
indigno. Y si esas gentes van a descuartizar a España, prefiero a Franco. Con
Franco ya nos entenderíamos nosotros, o nuestros hijos […] pero estos hombres
son inaguantables. Acabarían por dar la razón a Franco». Los mismos
independetistas con los que el PSOE no duda en pactar en caso de necesidad.
Es lo que tiene la
hemeroteca, que pone a cada uno en su sitio y que es mejor revisarla a
elucubrar y utilizar estereotipos manidos. De hecho, Sánchez ha vuelto a caer
en un error que ha replicado varias veces en su libro («Manual de
resistencia»), donde atribuye una frase de Albert Einstein a Ernest Hemingway y
otra que tradicionalmente se pone en boca de Fray Luis de León a San Juan de la
Cruz.
El Rincón de Góngora valora y aprecia el gran abrazo apasionado
El diario ABC dejó
constancia de este encuentro en su edición del 21 de noviembre de 1978. Le
dedicó nada menos que una página que se englobaba bajo un sencillo pero
descriptivo titular: « Miles de españoles acudieron a abrazar a los soberanos
en la ciudad de México». En uno de los dos subtítulos, el periodista encargado
de redactar la información dejaba constancia de la reunión entre el monarca y
Cherif: «Don Juan Carlos concedió una audiencia privada a la viuda de Manuel
Azaña». El periódico español «Informaciones» fue más incisivo todavía: «Méjico:
El Rey abrazó a la viuda de Azaña».
El encuentro se llevó a
cabo en la embajada española en México durante el viaje de los monarcas al
país. Aquella jornada, como explicaba ABC, cientos y cientos de españoles
acudieron «de todos los puntos del país para homenajearlos». En mitad de aquel
baño de multitudes, Juan Carlos decidió que la persona con la que se reuniría
en primer lugar sería republicana: «La primera ilustre visitante que ha sido
recibida de manera privada en uno de los salones ha sido Dolores Rivas Cherif».
La reunión entre ambos
fue «altamente emotiva». Para empezar, «Don Juan Carlos dio la bienvenida a la
ilustre dama, agradeció su presencia y manifestó que la intención del Trono no
era otra que la reconciliación de todos los españoles». Cherif, por su parte,
afirmó que su marido habría estado encantado de ver al Rey, pues en el último
discurso que había pronunciado antes de que terminase la contienda había «al
final unas frases importantes, haciendo votos por la reconciliación de todos
los españoles y la reconciliación en España de los odios y las violencias».
Entrevista personal
Una vez que se celebró
el encuentro, el periodista de ABC tuvo la posibilidad de entrevistarse en
privado con Cherif. Durante la conversación la vio conmovida y emocionada por
haber compartido aquellos momentos con el monarca. «Esta audiencia ha sido obtenida
por su propio deseo», explicaba el artículo.
A su vez, el reportero
incidía en que aquella era «la primera vez que la viuda del último presidente
de la República» ponía «los pies en la embajada española». Un signo de que
tenía plena fe en Juan Carlos, como bien señaló después: «Añadió que creía
firmemente en el porvenir de España, y tenía la esperanza de que el joven Rey
llegara a consumar los anhelos democráticos que siempre fueron la guía de su
marido».
«Añadió que creía
firmemente en el porvenir de España, y tenía la esperanza de que el joven Rey
llegara a consumar los anhelos democráticos que siempre fueron la guía de su
marido»
La viuda no dejó la
embajada después de la entrevista, sino que se quedó para celebrar la visita de
los monarcas. Y con ella estuvieron otros tantos miles de españoles «exiliados
de la época de la Guerra Civil». Juan Carlos se dirigió a continuación a todos
ellos. Con emotividad, les agradeció «la españolidad» con la que siempre habían
procedido y les exhortó a mantener la confianza en el trono de España.
«Nos gustaría
saludarlos personalmente a todos. Hemos esperado esta ocasión muchos años.
Sabemos que habéis pasado muchas dificultades. Pero este momento lo compensa
todo y nos llena de emoción veros aquí. Os pido sigáis adelante dando pruebas
de esta españolidad. Yo, aunque sea desde la distancia, os prometo trabajar por
todos vosotros. Os envío un abrazo de la Reina y mío», afirmó el monarca.
El acto, abarrotado,
terminó con gritos de ilusión por parte de los presentes. «Los aplausos y los
vítores al Rey y a España siguen resonando aún ahora, una hora después de haber
comenzado la recepción», continuaba el reportero. Los presentes despidieron a
los monarcas a la voz de «Viva España» y «Viva el Rey de España». Y una buena parte,
como ya se ha comentado, eran republicanos exiliados.
Ese 20 de noviembre,
aunque Sánchez no lo sepa, en el pueblo español hub unidad. Algo que dejó claro
el artículo publicado por el diario «Informaciones»: «Ayer en la Embajada
española en Méjico sólo había españoles. Emoción y fraternidad. Fue un hermoso
acontecimiento. Un inolvidable acontecimiento».
Publicado en ABC:
Informando El Rincón de Góngora
GóngoraNs
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