Fuerzan a los colegios a publicar las materias que dan en castellano.
El Rincón de Góngora
Educación
PLIS. Educación, por
favor ha pedido una copia de todos los proyectos lingüísticos de los más de 400
colegios e institutos de Baleares para saber cuántas asignaturas se imparten en
castellano, aparte de la Lengua Castellana. «Queremos evidenciar que en
Baleares no se puede estudiar en español», asevera el presidente de esta
asociación de profesores a favor del trilingüismo y la educación apolítica,
Carlos Serra, quien mantiene que prácticamente todos los centros públicos de
las Islas practican la inmersión lingüística.
Aunque los colegios e
institutos están obligados a publicar esta información relativa a su proyecto
educativo y lingüístico en la web para que los padres puedan acceder a ella, la
mayoría no lo cumple. Según PLIS, los que publican los proyectos lingüísticos
en sus webs, los colocan en lugares difíciles de encontrar, lo que convierte en
excesivamente laboriosa su búsqueda y consulta, o mantienen textos obsoletos,
«algunos de los años 90», pese a la obligación de renovarlos cada cinco años.
Las instrucciones de
la Conselleria de Educación cada inicio de curso especifica que los centros
tienen que exponer todos los proyectos para que estén a disponibilidad de las
familias. ¿Por qué no están colgados? «Porque ya ni se toman la molestia, es
obvio que practican la inmersión», lamenta Serra. El problema no se limita
únicamente a los centros públicos, ya que los colegios concertados tienen un
«sistema encubierto», jugando con las proporciones, denuncia la asociación de
profesores defensores de la escuela apolítica y trilingüe. «Así, aunque digan
que tienen trilingüismo, la realidad es que dan las materias troncales en catalán
y relegan en castellano a asignaturas maría, como Educación Física, Plástica o
Matemáticas, donde no hay gramática».
PLIS acaba de
presentar una petición a través del Portal de Transparencia, dependiente de la
conselleria de Presidencia. En ella, solicita a la Conselleria de Educación que
recopile los proyectos lingüísticos de todos los centros de infantil, primaria
y secundaria en un único portal informático de fácil acceso o bien que se los
remita a PLIS, con el fin de conocer su contenido, el grado de implantación de
la inmersión lingüística y el grado de implantación del castellano como lengua
vehicular.Su petición sigue la senda de la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB) en
Cataluña, que en agosto de 2018 reclamó al departamento de Educación de la
Generalitat una solicitud de acceso a información pública (SAIP) de todos los
proyectos lingüísticos. Educación contestó que ya estaban a disposición de la
comunidad educativa en las respectivas páginas web de los centros. Ante la
dificultad de recopilar esta información, ya que la mayoría no la tenían
publicada, la Asamblea interpuso una reclamación ante la Comisión de Garantías
del Derecho de Acceso a la Información Pública de Cataluña (GAIP).
El pasado 21 de
noviembre la GAIP instó a todos los centros a enviar su proyecto lingüístico
con un plazo hasta el 15 de enero de 2015. Desde entonces y hasta finales de
año, la AEB ha podido recopilar unos 200 textos de los más de 1.000. Después
los revisará uno por uno para garantizar que el 25% de las asignaturas se den
en castellano y que los alumnos puedan estudiar en su lengua materna.«Nosotros
haremos lo mismo», apunta Serra, que recuerda que «el proyecto lingüístico de
cada centro es un documento público que forma parte del Proyecto Educativo y
que tiene carácter normativo. «Su conocimiento es, por tanto, importante para
padres, alumnos, profesores y asociaciones educativas, especialmente cuando se
aborda la elección o cambio de centro escolar».
Más aún en los
próximos meses, cuando empiezan las matrículas. Las familias tienen derecho a
saber adónde van a estudiar sus hijos, pero de poco sirve, ya que el Govern de
la socialista Francina Armengol ha reducido a la mínima expresión la libre
elección de lengua y obliga a asumir los proyectos lingüísticos en los folletos
de matrícula, tal y como informó EL MUNDO. «O lo acatas o no lo matriculas. Y
luego no puedes quejarte a nadie ni hacer valer tu derecho a que tu hijo
aprenda a leer y escribir en su lengua materna», critica Serra, quien vivió en
primera persona esta traba.«En el colegio de mi hija mayor, 14 familias de 38
pedimos enseñanza en castellano. Cuando el director del centro se enteró, nos
llamó una por una (por separado) y nos hizo creer que éramos los únicos que
habíamos pedido español. Que la niña iba a quedarse sola... Me costó un
trimestre entero de quejas a la Conselleria y al inspector para conseguir una
educación en español para mi hija.
De las 14 familias,
finalmente sólo quedamos 4. El resto tiró la toalla», rememora el presidente de
PLIS. Esto ocurrió en el curso 2014-15, aún con el PP en el Govern. «Fue cuando
el PP cometió el error de dejar esta opción en manos de las directivas»,
prosigue Serra, que recuerda que el único año que se pudo pedir la libre
elección de lengua de forma telemática, hubo un 13% de familias que pidieron
español. «Fue todo un éxito, teniendo en cuenta el contexto de fuerte oposición
que existía. Sin embargo, fue entonces cuando el PP renunció a aplicar el
trilingüismo y dejó esta opción en manos de los centros» hasta que cambió el
Ejecutivo. Si en la anterior legislatura se aplicó a medias, ahora es mucho
peor. «Ahora directamente la libre elección de lengua es papel mojado»,
lamenta.
Publicado en El Mundo
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