Villalgordo del Júcar, un pueblecito situado junto al río en la comunidad de La Mancha, en la provincia de Albacete.
El Rincón de Góngora
Villalgordo del Júcar
A altas horas de la noche y con la escritura. Todo está calmado y es sensacional oír el musiqueo de las teclas al tocar cada una de las letras del teclado. Pues sí, hoy comprondemos otra partitura y entre todos porque estos sonidos pertenecen a muchísimas situaciones, lugares, gentes, amigos y amigas, y sobre todo y por encima a ese pueblecito, un pequeño pero gran municipio a la ves, situado al norte en la provincia de Albacete, en la comarca genial de la La Mancha del Júcar-Centro y pertenenciendo judicialmente a la Roda. La Roda de los miguelitos que corren y se saborean entre las boquitas de todos los habitantes del pueblo y los forasteros o los que regresan a sus orígenes. Nadie puede olvidar aquel lugar que sus padres les mostraron, de veraneo, donde muchas cosas ocurrieron desde pequeños. Los baños en el río Júcar, al ladito de las cataratas, y donde mi familia solía bautizarnos a cada uno de nosotros. Sí esas eran ideas de mi queridísimo padre que le daba mucho a la cabecita y graciosamente, con amor, definía a sus gentes con un pequeñito mote.
Ambos disfrutábamos paseando y largas charlas por el pueblo y el contorno del río. Cualquier lugar era propicio a una maravillosa y muy productiva conversación. No olvidaré nunca las grandes enseñanzas, llenas de proverbios y refranes, y experiencias que permanecerán siempre en mí. Ese pueblo me hace sentir a veces muy lejana de Cataluña. Me traslado a él mentalmente para revivir cada detalle y compartir con mi corazón triste en la ciudad donde nací, Barcelona. Jamás marcharé de aquí porque soy catalana y española. Tendré que seguir luchando y tocando todas las teclas posibles porque con nosotros no van a poder. Aunar todas mis fuerzas, todos mis sacrificios porque algo tienes que dejar de hacer, todos mis capacidades junto con las de los demás, todos mis conocimientos, todas mis experiencias...
Hoy vuelvo a tí pueblito, me he sentido decepcionada y tengo que imaginarme contigo, con esa antigua placita en frente del Ayuntamiento, de mi amigo el Alcalde, José Luis, que no deja de saludarme cada vez que me ve, la catalana, y este año incluso iba con las reinas y la damas en la madruga, y lo hizo. Que pensar de la placita y sus bancos con amigas de la infancia, que hoy ya casadas y con sus hijos. Muchas y muchos dedicados a la industria del champiñón en Mercajúcar. Que recuerdos de las cuevas de champiñones de "El Feo" (motito a Manolo), compartiendo casa en el Patio del Mochuelo con nosotros, los Paniaguas y el vecino de la casa de al lado y de ese corralillo que me está...Benito. Días de risas, de llantos de los más pequeños, de la Tuna que venía a cantar a mis primas mayores, guapísimas, de compartir y compartir, de sangrías con fruta a la fresquista, de champiñones con setas, y gambas de la Roda que mi querido padre siempre traía para todos, MUY BUENA PERSONA, siempre ofreciendo; de noches con amigos y mayores en los patios a la fresca, de sueños de estar tantos días en fiestas y tantas actividades, de toros, de encierros, de carrozas, de degustar las riquezas culinarias de esta tierra, de cursas, de carreras de coches, de competicioness, de partidos de fútbol en el río...
Los montellos, hamburguesas bestiales de El Rincón del Tello, hostal rural con un encanto y un trato extraordinario cada año y años tras año, sin faltar a esa coordialidad y amistad. De aquí para allá de casa en casa, de quedada en quedada, de no dar tiempo a visitar a todo el mundo, y por ejemplo. compartir una paloma (bebida dulcísima con anís, como una cuerva), de ir a casa de una amiga a pasar un ratejo, como allí se dice, y disfrutar de la artesanía manual de muchas ideas, de momentos de zumbas en la casa cultural, de concursos de paellas en el río, de paseos y lecturas en el río a la verita de los patos y al ruido de las aguas rompiendo desde las cataratas... De algún amor de la infancia que no tuvo su fin más allá de una amistad. Suerte que la familia ha mantenido en nosotros, sobre todo nuestro padre, el ir y venir de Barcelona a la Mancha e incluso para un fin de semana. Y de los encuentros con sus gentes en sus calles, en sus bares, en sus patios, en sus casas, en sus tiendas aún poquitas, en su iglesias, en su Ayuntamiento, y con toda la juventud y mayores en sus Pubs. El pueblo es para todos como primos, sobrinos, hijos, padres, e incluso abuelos comparten el mismo espacio. Recuerdos de amigos como Carmen, Maria José, Kiko, Miguel y todos los Cuchipandas, Estefanía, José y su mujer Johana, Llanos y su familia en la carnicería del pueblo, la panadería de Casi que todos los años asoma por nuestros cafelitos con mantecados artesanos y pan a la lleña, nuestros cura, la banda, en fin:
UN MONTÓN DE BUENA GENTE
CUALQUIER EXCUSA ES BUENA PARA IR AL PUEBLO
La mínima estás allí a pesar de las 6 horitas de viaje
nada pesadas a la ida pero a la vuelta no os cuento
SUS PAISAJES, EL RÍO está muy cercano a la población y podemos encontrar unos paisajes muy bellos. La Iglesia Parroquial de Santa María de la Magdalena, de la cual este pasado verano se me regaló una maravillosa pulsera trenzada con la bandera de ESPAÑA, data del siglo XVII y el ya en ruinas, alguien debería preocuparse de él, el Palacio de los Gosálvez de estilo vesallesco francés que fue terminado a principios del siglo XX. Abandonado por completo y ya vallado debido al peligro de la caida de las ruinas.
El recuerdo más grande y que siempre marcha con nosotros cada año es la fiesta popular en Honor a San Roque, con sus vaquillas soltadas por el pueblo y que de los contornos vienen muchos. Cada 16 de Agosto. Antaño también era muy tradicional soltar las carretillas y era muy sonado, pero fueron prohibidas ya hace varios años. Todas las activiades en la casa cultura, a lo hondo de río y por todo el pueblo con las diferentes peñas, la nuestra "Los Cuchipandas".
NO DEJES DE VOTAR A NUESTRO PUEBLITO
mira bien TODOS y después escojes
GóngoraNs
Comentaris
Publica un comentari a l'entrada